Marcelo Lusardi es un joven gallego que de la noche a la mañana, en el 2015, se quedo ciego, le diagnosticaron una enfermedad que produce una ceguera repentina. A Marcelo le gustaba practicar el skater pero con la ceguera su vida cambiaría, o no, decidió seguir con su rutina de la vida anterior y por las tardes practicaría el skater.
No fue fácil, una amiga suya ciega le enseño a usar el bastón y cambiar su filosofía de vida. Sus amigos le decían, “Qué más da? Trae el monopatín mañana y patinamos”.
Pero el camino no fue fácil, la fuerza de voluntad le ha hecho sin un skater de los mejores sin visión, ayuda y motiva a mucha personas que se encuentra en su situación. ¿Y como hace todo esto?
Con su bastón examina el terreno, memoriza y patina. En otras ocasiones las pistas ya realizadas las palpa con la mano y hace una maqueta de plastilina, … como dice su madre, “el tema del patinete lo lleva en el corazón”, y como dice Marcelo “El patín es lo que más me gusta en el mundo. Me caiga de espaldas o de cabeza, sé que lo estoy haciendo bien. Allá donde vayas, vas a hacer amigos por todos lados. Es lo mejor del mundo”.
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